Nuestro viaje por Japón siguiendo a River continuó por la capital de este país, antes estuvimos por Osaka y Kyoto. River jugaría la final contra el Barcelona en Yokohama, al sur de Tokio, a poco más de treinta minutos de viaje en tren.

Con Nico y Willy salimos desde la estación Shin Osaka, alrededor de las 11 de la mañana. Subimos al Shinkansen (tren bala) hacia Tokio, que tarda aproximadamente tres horas en recorrer los cerca de 500 km que la separan de Tokio. Una vez adentro del tren me encontré con Flor y el grupo con el que ella estaba, tomamos y comimos algo rodeados de hinchas de River. En el trayecto se pasa por el famoso Monte Fuji, el pico más alto de Japón. Al llegar a Tokio tomamos un subte/metro hasta la estación Akihabara y desde allí hasta nuestro destino final en la estación de Asakusabashi.

Una vez instalados en el departamento salimos hacia uno de los barrios que mantienen la esencia más antigua de la ciudad, Asakusa. Allí se encuentra el templo Senso-ji, el más antiguo de todo Tokio. El mismo cuenta con varias construcciones, también una inmensa puerta de entrada conocida como Kaminari-mon, unos jardines con algunos de los salones y una pagoda de cinco pisos. La calle Nakamise conecta la entrada principal del templo con la segunda puerta de entrada conocida como Hanzo-mon, en ella hay numerosas tiendas donde venden gran variedad de artículos, desde souvenirs y alimentos, hasta ropa tradicional y artesanías.
Al otro lado del Río Sumida se encuentra la torre Tokyo Skytree, la construcción más alta de Japón con más de 630 metros, es una torre de radiodifusión, cuenta con restaurantes, un mirador a 350 metros y el ingreso cuesta ¥ 2100 (U$D 19.50 aproximadamente) y otro a 450 metros, cuesta ¥ 1000 (unos U$D 9.50) subir hasta allí. Desde cualquiera de los dos se obtienen maravillosas vistas de la ciudad, en todas las direcciones. Nosotros no hicimos tiempo, por lo que lamentablemente no fuimos.
Ya por la noche fuimos a cenar a la zona de Ginza, uno de los distritos comerciales más importantes de la ciudad, cuenta con boutiques de lujo y destacados restaurantes de sushi y bares. Por la época las calles estaban decoradas con luces navideñas. Personalmente no me gusta el sushi ni el pescado en general, a Nico tampoco, por lo que terminamos cenando en un restaurant de comida italiana. Willy nos odió por no comer pescado y siempre terminábamos comprando comida rápida, sándwiches y pizza. Ahí comimos pizza, unas papas fritas con queso y algo parecido a una milanesa, por la ubicación el precio fue un poco alto. Para terminar la noche fuimos a un bar estilo inglés, lleno de gente, en su mayoría turistas. Logramos encontrar un lugar y tomamos algunas cervezas antes de irnos. Llegamos algo tarde a Akihabara, que es famoso por sus tiendas de productos electrónicos, tiendas especializadas en manga, anime y videojuegos. Recorrimos un poco antes de volver al departamento.

Al otro día nos fuimos temprano con Nico al centro comercial y financiero de Tokio. Compramos para desayunar en uno de los tantos Seven Eleven que hay y bajamos en la estación de Shinjuku, la más utilizada del mundo, por donde transitan unas tres millones de personas por día, caminamos rodeados de los inmensos rascacielos que inundan toda el área, llegamos al Ayuntamiento de Tokio, que cuenta con un mirador en cada una de sus torres a más de 200 metros de altura, el ingreso es gratuito y nosotros no pudimos ir porque era sábado y estaba cerrado. Otros rascacielos famosos de Shinjuku son el edificio Sompo y la torre Mode Gakuen Cocoon, entre otros. También encontramos el Templo Joen-ji, con un pequeño cementerio y contrastando con todos los edificios y luces de neón de la zona. Frente al Ayuntamiento se encuentra el Shinjuku Central Park, que al ser fin de semana contaba con un mercado de pulgas.
Caminamos hasta el cruce de calles más transitado del mundo, el Cruce de Shibuya. Pasan por sus calles alrededor de un millón de personas por día. Fue ahí, en el lugar de más conglomeración de gente de la ciudad, donde me encontré a Fabian, con quien había viajado a Osaka, después de hacer escala en China. En la plaza que se encuentra frente a la estación se encuentra la estatua a Hachiko, el perro más famoso de Japón.

Junto con Nico y Fabian nos fuimos hasta el Yoyogi Park, donde se hizo otro banderazo con gente de River antes del partido con Barcelona, nos quedamos hasta que anocheció. Mientras estábamos ahí se nos sumó Willy. Cuando nos íbamos estuvimos cerca de una hora cantando en un cruce de calles, ya fuera del parque, con mucha gente de River. Pasamos por la Calle Takeshita, un paseo peatonal donde siempre hay mucha gente, tiene tiendas de moda, café y restaurantes.

A la noche nos juntamos con Alan, Santi y unos chicos que estaban con ellos en el hostel, comimos algo y nos fuimos a Roppongi, que es el barrio para salir a la noche en Tokio. Hay gran variedad de bares, restaurantes y lugares para bailar. Terminamos en uno de los boliches luego de recorrer varios sitios que no nos convencieron. Adentro nos encontramos con más gente de River y nos fuimos a las 6 de la mañana, que es cuando los trenes empiezan a andar. Con Nico llegamos bastante bien al departamento, no como Willy que se quedó dormido en uno de los trenes y llegó hasta el aeropuerto de Narita, a una hora de viaje. 😝

Al día siguiente era la final del Mundial de Clubes, pero eso queda para la próxima, junto con mis últimas horas en Japón y mi viaje de vuelta a Londres, que al igual que a la ida, fue para el olvido.